San José, padre putativo

03/01/2024

Esta primera meditación del año se la dedico a San José, padre putativo de Jesús. Fue elegido para ser el padre de Jesús de entre otros virtuosos varones; pero fue él y no otro. Dios no se equivoca cuando elige a los padres de sus criaturas.

Cuando digo esto y me encuentro alguien que ha sufrido el maltrato o el abuso de su padre queda desconcertado. Yo tambien, cuando miro mis miserias o mi cortedad y miro a mis hijos, también adoptados. En el paralelismo que resulta de la frase: Dios no se equivoca nunca, viene mi consuelo.

Para Dios todo encaja como un puzzle, como un entrelazado de hilos de colores que van conformando un precioso tapiz. Por debajo del papiz solo se ven nudos, pero por arriba preciosos dibujos. Esta imagen también me consuela.

José tuvo unos ayudantes magníficos, enviados por Dios para que en sueños le dieran la solución a sus preocupaciones. No fue a consultarlo con el rabino de su sinagoga , ni con ningún amigo de confianza. Recibió directamente el conocimiento, la sabiduría o la intuición de los que debía hacer, tanto cuando decidió aceptar el embarazo sorpresa de su novia para casarse con ella como la de salir corriendo a Egipto ante una amenaza desconocida pero real que mató a todos los niños menores de dos años en la aldea.

Esta sabiduría o intuición es el fruto de la meditación mística, que opera en cada corazón cuando profundizamos en nuestro interior para alabar y bendecir al Dios que nos habita. No suele ser un conocimiento racional o lógico, ni suele venir vestido de luminosos ángeles, ni de campanas o músicas celestiales. Sabemos lo que hay que hacer y lo hacemos, para el general desconcierto de los que nos rodean.

Por ello esta meditación se la dedicamos a San José – varón justo y piadoso. Y eso le pedimos a nuestro Dios que nos de la sabiduría, con el discernimiento correspondiente para aceptar su voluntad y llevarla a cabo, como fue dado a San José.

Propuesta de Mónica:

Entiendo que deseas que mejore la redacción de esta reflexión y la amplíe. A continuación, presentaré una versión ampliada y mejorada de la reflexión:

San José: Un Ejemplo de Sabiduría y Entrega a la Voluntad de Dios

Al comenzar este nuevo año, me sumerjo en una profunda reflexión sobre la figura de San José, el padre putativo de Jesús. San José fue elegido para ser el padre terrenal de Jesús, y esta elección divina no fue un error, sino una manifestación de la sabiduría y el plan perfecto de Dios.

Sin embargo, cuando hablo de esto, me encuentro con personas que han sufrido el maltrato o el abuso por parte de sus padres, lo que genera desconcierto y dolor. Incluso yo mismo, al enfrentar mis propias limitaciones y al mirar a mis hijos, también adoptados, encuentro el consuelo necesario en la afirmación de que Dios nunca se equivoca.

La vida de San José estuvo marcada por la confianza en la sabiduría divina. A pesar de las dificultades y los desafíos que enfrentó, San José recibió la ayuda de Dios a través de mensajes en sueños. Esta sabiduría no siempre se manifiesta de manera racional o lógica, pero es el fruto de una profunda conexión mística con lo divino.

La meditación mística nos lleva a profundizar en nuestro interior para alabar y bendecir al Dios que habita en nuestro ser. A menudo, este conocimiento no viene acompañado de ángeles luminosos o músicas celestiales, sino que se manifiesta en nuestra certeza sobre lo que debemos hacer, a pesar del desconcierto que esto pueda generar en quienes nosotros mismos o en los que nos rodean.

Por tanto, en esta meditación, honramos a San José, un hombre justo y piadoso, cuya vida estuvo marcada por la entrega a la voluntad de Dios. Pedimos a Dios que nos conceda la sabiduría y el discernimiento necesarios para aceptar su voluntad y llevarla a cabo, siguiendo el ejemplo de San José.

En resumen, la vida de San José nos enseña la importancia de confiar en la sabiduría divina, incluso en medio de la incertidumbre y las dificultades. Que podamos seguir su ejemplo y encontrar consuelo y guía en la conexión mística con lo divino.

Guía para la meditación

Te invito a imaginar un entorno tranquilo y sereno, donde te encuentras en profunda reflexión. Visualiza la figura de San José, un hombre sabio y compasivo, que confió en la voluntad de Dios. Siente su presencia tranquilizadora y su sabiduría mística que emana de lo más profundo de su ser. Respira profundamente y permite que su ejemplo de entrega y confianza en lo divino te inspire. En este espacio de paz interior, siente la conexión con lo sagrado y la certeza de que, al igual que San José, puedes encontrar la sabiduría necesaria para enfrentar los desafíos de la vida. Permítete absorber la tranquilidad y la certeza que emanan de esta meditación.

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